A diferencia de los exámenes de diagnostico por imágenes, que se utilizan habitualmente, como la resonancia magnética, el scanner y la radiografía que son pruebas estáticas, de tipo morfológico, así como de la exploración rutinaria del aparato locomotor mediante goniómetros, dinamómetros, cinta métrica... que no permiten la realización de mediciones precisas ni en movimiento, la prueba biomecánica mide y registra, de forma precisa, la capacidad funcional del paciente en movimiento, ayudando al médico o facultativo a una mejor y más completa evaluación de las patologías del paciente.
Muchas enfermedades pueden ser muy bien evaluadas desde el punto de vista anatómico pero, sin embargo, en algunos casos la interpretación originada en estudios estáticos no permite una clara evaluación de la disfunción derivada de las patologías osteoarticulares.